DESCONTANDO

  Descuento de mi vida, minutos, segundos, para sumarlos a tú tiempo. Ese tiempo que ya no es tiempo, que se ha ido escapando con el respiro infinito del viento, con el desfallecer del día, con el camino transitado sin derecho al regreso.  

      No advertí cuando mire tus ojos y entregue mi alma a tu cuerpo, que los años por ti ya vividos y los míos por vivir crearían un precipicio insalvable, ese que desgasta la piel, la savia y hasta el propio entendimiento. 

    Nunca imagine que los años que nos separaban serían mi peor agonía, la verdad oculta detrás de los románticos “cuarenta y veinte” transformándose en una angustiosa travesía ,cuando al transcurrir las estaciones tu llegaste al invierno de tu vida en tanto yo no llego al otoño de la mía No me importa tu invierno, te acompaño hasta la última nevada y si pudiera al llegar el momento partiría contigo. 

    Desesperada por detener el tiempo dibujo para ti caricias infinitas, finjo limites propios para que no percibas los tuyos, bailo a tu ritmo y danzo en tus brazos gozosamente, rogando porque no percibas lo que en ti ha cambiado. 

      Sigo tan enamorada de ti como siempre, acaso aún más, retengo el placer de las caricias que tus besos tatuaron en mi piel y que aún siento, las manos que develaron los placeres de mi cuerpo, la mirada que me hace sucumbir ante el deseo que otrora fuera el más intenso. No te vayas, detén el invierno, mi existencia no es nada sin tu invierno, 

Cuando partas nunca más volveré a ser intensión, pasión ni sueño. Quédate amor aun cuando para ello robes todo mi tiempo.